sábado, 25 de abril de 2009

Las cooperativas de vivienda por ayuda mutua

Por Andrea Chiazzaro – Marcelo Viola
Profesores de Historia

Las cooperativas de vivienda por ayuda mutua son una alternativa arquitectónica y urbanística, pero también social y política-es decir humana-para la vivienda en nuestro país. Las mismas han sido partícipes de la construcción de nuestras ciudades.
Se hace necesario pensar los espacios en que vivimos en función de un desarrollo integral del ser humano, teniendo en cuenta sus necesidades y posibilidades.


Alejándonos algo del centro de nuestras ciudades, encontramos conjuntos de viviendas característicos. Desde su construcción, cuando veos que la obra no se detiene los fines de semana, hasta cuando, ya habitados, muestran una estética y un movimiento que los definen.
Son las cooperativas de vivienda por ayuda mutua, más de 12.000 viviendas construidas, una experiencia uruguaya tomada como referencia a nivel mundial.

¿Qué es una cooperativa de vivienda por ayuda mutua?

Son asociaciones de familias que frente a la necesidad común de viviendas, aportan el esfuerzo y la iniciativa de todos sus miembros para solucionarla en forma conjunta. No persiguen fines de lucro y sus principios básicos son: libre adhesión; organización democrática; igualdad de derechos y obligaciones entre sus miembros; educación y fomento cooperativo. (…)

La ayuda mutua se refiere al trabajo de obra y gestión que las familias integrantes aportan. Esta modalidad posibilita el acceso a una vivienda decorosa a los sectores de menos ingresos pues sustituye al ahorro previo.

El aporte de mano de obra por parte de los socios y sus grupos familiares durante la etapa de construcción es de 20 a 25 horas semanales y significa el 15 % del valor total del proyecto, reduciendo considerablemente el costo final. (…)

La ciudad, la vivienda popular y las diferentes alternativas

La ciudad moderna surge con la revolución industrial, caracterizada por el crecimiento explosivo, la especulación inmobiliaria y la distribución del espacio urbano según la jerarquización social.
El desarrollo del capitalismo industrial supuso nuevos problemas para las ciudades: los ínfimos niveles de vida de importantes sectores, en especial en el acceso a vivienda digna y servicios; la deshumanización del entorno humano y la pérdida de poder del conjunto sobre el espacio que habita y las decisiones que le conciernen.

En el siglo XX surgen corrientes dentro de la arquitectura moderna interesadas en unir la técnica y el arte para posibilitar el acceso a un espacio y una vivienda de calidad a los sectores trabajadores, reordenando y democratizando la ciudad. Esto implica devolver a la vivienda popular la calidad constructiva, la organización espacial a nivel humano y el contacto con servicios y zonas verdes.
Montevideo no escapa a la realidad y problemática de las ciudades modernas. (…)

Resultados y significados del cooperativismo de vivienda por ayuda mutua

FUCVAM hoy representa a más de 16.000 familias de 330 cooperativas en distintas etapas de desarrollo (en trámite, en construcción o habitadas).

Costos

El crecimiento de este sistema se debe, entre otras razones, a su eficacia.
El trabajo cooperativo permite eliminar intermediarios y sus ganancias, reducir costos por su magnitud, y en el caso de la ayuda mutua, ahorra gastos de mano de obra. También se reducen los costos en el mantenimiento posterior. La autogestión mejora los controles sobre los recursos.
Con la misma inversión las cooperativas logran viviendas y barrios de mejor calidad que otras opciones. (…)

El espacio urbano

El movimiento cooperativo retoma ciertos valores referentes al espacio urbano: un uso de la tierra no especulativo, la apropiación colectiva del suelo, la construcción de buenos conjuntos, reedita el espacio semi-público con valorización de parques y caminos. (…)

Formación de ciudadanía

Los involucrados se forman como gestores, trabajan en comisiones y asambleas, discuten y acuerdan todos los aspectos referidos a su cooperativa. Más allá de partir de una necesidad concreta, genera formas de relación y valores que enriquecen a los individuos que participan, marcando alternativas a la sociedad individualista y masificada. Reconoce la importancia del aporte de cada uno de sus integrantes y el valor de la solidaridad. El esfuerzo organizativo se proyecta en nuevos desafíos en la etapa de convivencia, no finaliza junto a la obra, que “es el principio y no el final”.

Fuente: Almanaque del Banco de Seguros del Estado. 2006.

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