martes, 5 de mayo de 2009

3° AMÉRICA LATINA: Una vasta región sometida al predominio económico de las potencias industrializadas

En lugares como América Latina, Inglaterra consolidó un dominio económico. Este dominio incluía, además de una peculiar estructura del comercio exterior (intercambio de materias primas por productos industriales) y una creciente política de inversiones.

Las inversiones extranjeras se realizaban, por ejemplo, en servicios públicos –como el ferrocarril, el alumbrado, el agua corriente, etc,-cuya explotación beneficiaba directamente al inversor. También hubo fuertes inversiones en el área bancaria y financiera, incluidos los seguros.

Los bancos de capital extranjero eran una pieza esencial en el comercio exterior y en la política de inversiones. Aunque operaban fundamentalmente con moneda de su país de origen, también tenían la facultad de emitir papel moneda. Estos billetes, que representaban una cierta cantidad del oro del que el banco era propietario, servían sobre todo para actuar dentro del país: pago de sueldos, contratación de pequeños servicios, adquisición de útiles, etc. También permitían la captación del ahorro de personas de medianos recursos. Para sus poseedores representaban una gran seguridad, pues eran convertibles a la vista.

Otro rubro en el que capitalistas extranjeros invertían eran los Títulos de Deuda Pública. Así como las empresas emiten acciones para reunir su capital, los estados –desde el siglo XIX- emiten Títulos sobre los cuales pagan intereses en lugar de dividendos. Al igual que las acciones, esos títulos se negocian en la bolsa de valores. La seguridad y la regularidad en el cobro de los intereses tienden a subir su cotización, mientras que la inestabilidad política, social y económica produce el efecto contrario.

A fines del siglo XIX y comienzos del XX, la mayoría de los títulos de la deuda pública de los estados de América Latina se negociaban en la bolsa de valores de Londres.

Inglaterra, Francia y los Estados Unidos siguieron actuando en Latinoamérica a través de casas comerciales. Además, como únicos o principales proveedores de productos industriales (telas, metalurgia, porcelana y loza, papel, tinta, libros, etc.). En el caso de nuestro país, eran también proveedores de gran parte de los productos alimenticios: té, café, chocolate, vinos, licores, e incluso frutos y cereales.

La presencia de las inversiones extranjeras incidió también en la explotación agrícola en América Latina. Hasta fines del siglo XIX la explotación había estado predominantemente en manos de productores locales, pero esta situación empezó a cambiar cuando comenzaron a instalarse varias empresas destinadas a la explotación de la tierra y los recursos locales: plantaciones, explotación minera, frigoríficos, etc.

Naturalmente estas instalaciones implicaban construcciones, transportes (caminos, vías férreas, empresas de navegación) y comunicaciones (telégrafos, correos, etc.) adecuados para su buen funcionamiento. Se iniciaba un proceso de modernización, en el cual los países latinoamericanos se insertaban en la estructura económica del modelo económico capitalista.

Los beneficios de estas inversiones estaban ligados a condiciones políticas muy particulares. La mayoría de los países latinoamericanos enfrentaban una inestabilidad política, fruto del enfrentamiento entre sectores caudillistas y burguesías urbanas. A partir de 1870, esta situación tendió a resolverse a favor de los grupos urbanos. En todos los casos, el Estado tendió a aumentar sus atribuciones (centralización y desarrollo del aparato administrativo, profesionalización y mejoramiento del armamento del ejército, etc.).

Esta modernización del Estado fue a la vez el fruto y la condición necesaria para el éxito y la presencia de las grandes inversiones extranjeras.

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¿Qué injerencia tuvieron las potencias europeas y, en particular Inglaterra, sobre los países latinoamericanos? Explique

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