martes, 5 de mayo de 2009

3° TRANSFORMACIONES SOCIALES Y NUEVAS TENDENCIAS POLÍTICAS A FINES DEL SIGLO XIX

EN EUROPA

La aceleración del desarrollo industrial tuvo innumerables consecuencias. Algunas de ellas: mayor producción industrial, nuevas formas empresariales y financieras, desarrollo de nuevas potencias industriales, expansión imperial (con dominio territorial o sin él) para proteger mercados, abastecimientos e inversiones, etc. Hay que ver como estas transformaciones se reflejaron en la sociedad, en las ideas políticas y en general, en la vida interna de los estados.

Aumento demográfico, desarrollo urbano y mayor participación política:

En primer lugar, la industrialización acentuó el proceso de concentración urbana de la población, que se venía produciendo desde fines del siglo XIX.

La adaptación de la vida a estas nuevas circunstancias trajo aparejado cambios en el transporte (bicicletas, tranvías y luego automóviles para desplazarse), en la educación (que debió adaptarse para educar cada vez más a niños y jóvenes), en la prensa y el teatro y también en el pensamiento político.

El liberalismo político se vuelve radical…

Al mismo tiempo que la alta burguesía había comenzado a reconocerle al estado más funciones que ser un simple “juez y gendarme” (políticas proteccionistas, por ejemplo), la burguesía media y baja comenzó –en el marco del liberalismo radical- a insistir en que el Estado participara en la educación, en la salud, en los servicios públicos (abasto, alumbrado, comunicaciones, etc.).

Sin embargo, la bandera de lucha más evidente de los liberales fue la búsqueda del sufragio universal masculino (el sufragio femenino no se obtuvo hasta después de 1920). De esta manera se hacia realidad la participación de los sectores menos pudientes, que hasta ese momento habían estado alejados de la posibilidad de votar debido precisamente a sus escasos recursos económicos.


EN AMÉRICA LATINA…

La introducción de América Latina en el mercado mundial (con el aumento de inversiones) más el aporte de inmigrantes, impulsaron un profundo cambio económico y social (aparición de nuevas actividades económicas, surgimiento de nuevos sectores sociales).
El surgimiento de clases medias y de organizaciones obreras comenzó a plantear exigencias políticas y así se iniciaron procesos de democratización por la vía de las reformas (Argentina, Chile y Uruguay) o por la vía de la revolución (México).


…Y EN EL URUGUAY

La época del militarismo (1876-1886) representó para el estado uruguayo, una modernización y centralización, hasta entonces desconocida. No desaparecieron, sin embargo, muchos de los factores que alimentaban la inestabilidad política del país, seguía pendiente el problema de la búsqueda de una forma de gobierno que incluyera a ambos partidos.

Los gobiernos civiles que siguieron al militarismo contribuyeron poco para el logro de una solución armoniosa: el monopolio del poder por el partido de gobierno (el partido colorado) y su influencia, ejercida a través de la designación de cargos públicos y jefaturas políticas, tensaban las relaciones con los blancos.

Para los blancos, una reforma que permitiera una mayor participación era la única vía legal hacia el poder.

La radicalización de las ideas políticas liberales apareció pues, en nuestro país, ligada al cuestionamiento del sistema político electoral, ya que planteaba a la vez reformas en el sistema de votación y en la forma en que esos votos se veían representados en el poder. Aunque nuestra Constitución establecía ya el sufragio universal masculino, existían numerosas limitaciones y sobre todo, como el voto era público, resultaba muy fácil ejercer presiones sobre los votantes.

Al mismo tiempo, la dirigencia tradicional del partido blanco -en la cual se perfilaba el liderazgo de Aparicio Saravia- seguía insistiendo en la guerra civil como forma de obtener mayor participación política. La revolución de 1897, que terminó con el Pacto de la Cruz (seis jefaturas blancas, en lugar de las cuatro establecidas en la Paz de Abril de 1872, y el compromiso de promover una ley electoral que legalizara la coparticipación más allá de los pactos).


LAS GRANDES MIGRACIONES Y SU TRASCENDENCIA EN AMÉRICA

Entre los años1880 y 1910 aproximadamente, millones de europeos abandonaron sus países natales para ir a instalarse en América, en Oceanía, etc.

Muchos factores incidieron, para que durante el siglo XIX, se intensificara un incremento demográfico.
Los países más industrializados, como Inglaterra, Alemania y en parte Francia, pudieron absorber la mayor parte del crecimiento poblacional gracias al aumento de fuentes de trabajo. Pero otros países, como España, Irlanda, Italia, Grecia, Turquía o Rusia, que estaban poco o nada industrializados y cuya población, en su mayor parte, vivía aún de las faenas agrícolas, se defendieron del hambre gracias a la emigración de millones de campesinos y obreros.

En AMÉRICA LATINA los inmigrantes se radicaron, en su mayoría, en las ciudades. Fueron la mano de obra barata y adecuada para muchas empresas de capital extranjero.

Muchas ciudades latinoamericanas adquirieron rápidamente un aspecto europeizado, que se observaba tanto en la vestimenta, como en la prensa y la literatura, o los transportes, o las diversiones (en particular el teatro).

Responde:
¿Qué transformaciones sociales y políticas se produjeron en Europa y América, a fines del siglo XIX?

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